jueves, 4 de octubre de 2012

A día de hoy


En días como hoy... 

El señor Fernandez Díaz, seguramente muy querido en su casa, se dedica a condecorar con la Cruz del Mérito Policial a los policías que valientemente defienden el Congreso "en los tiempo difíciles como los que vivimos", sin dejar escapar el matiz de que "defender el Congreso es defender la libertad y ello no es fruto de un capricho arbitrario porque de lo que se trata es de defender la sede de la soberanía nacional".
Ahora va a resultar que el Congreso representa la institución de la bondad y el buen hacer para el conjunto de la ciudadanía y que lo que allí se cocina no tiene la más mínima repersusión y responsabilidad en los devenires de l@s español@s y por tanto ha de ser un orgullo y un honor defenderlo de hordas de indignadxs, de gente hasta los genitales de que la mangoneen, gente con hambre, harta de buscar un trabajo digno, etcétera, mientras allí dentro se mofan un grupo de millonarios conocidos como gobierno a quienes, lo demuestran a diario, les da igual lo que les pase a lxs de fuera.
Va a resultar, fíjese usted, que se puede defender la libertad (sí, así, en general, una cosa muy etérea y abstracta, como si estuviéramos en la Academia en tiempos de Pericles) reprimiendo y pisoteando libertades de todo tipo con porras, insultos, pelotas de goma... Toma aplicación práctica de los principios dialécticos.
Y por si fuera poco cachondeo la contradicción, los señores policías, orgullosos de ser profesionales que cumplen con su deber, nos venden que solo hacen cumplir la ley, que es su trabajo, que la ley no la hacen ellos... mientras vemos como son capaces de hacer perder a palos un 30% de visión a uno de sus compañeros infiltrados, brechas, huesos rotos, efectos personales rotos y perdidos... Lo mismo resulta que esas leyes que hacen los millonarios no son del todo justas para el grueso de lxs mortalxs...


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